En las sombras del crimen: El caso de Yessica
En la tarde del fatídico 12 de marzo de 2018, el atardecer se convirtió en testigo de un acto de violencia que marcaría para siempre la vida de una valiente mujer llamada Yessica Pérez Tavares y su pequeño bebé de tan solo seis meses. Los ecos de aquella tarde trágica resonarían en su ser, dejando cicatrices profundas y heridas invisibles.
El culpable, el ex cuñado de Yessica, Juan Francisco Trinidad, conocido como Morongo, tejía una telaraña de engaños y manipulación para llevar a cabo su acto infame. Aprovechándose de la confianza y la vulnerabilidad de su víctima, se hizo pasar por otra persona a través de textos de telefonía móvil, engañando a Yessica y llevándola a un encuentro en la penumbra.
El horror que le esperaba a Yessica era inimaginable. En aquel lugar solitario, Morongo desató su furia despiadada. Acuchilló a Yessica Pérez Tavares varias veces en el cuello, dejándola al borde de la muerte. La violencia extrema y salvaje que experimentó durante aquel día es difícil de comprender y de aceptar. Pero, a pesar de todo, Yessica sobrevivió, luchando con cada aliento por su vida y por el futuro de su hijo.
Sin embargo, la crueldad de Morongo no conocía límites. El pequeño ser inocente, aquel angelito que apenas comenzaba a descubrir el mundo, fue arrancado de los brazos de su madre. En una cañada cercana, un riachuelo que parecía guardar secretos, su vida se apagó en un acto de violencia despiadada. Las aguas, ahora testigos mudos, lloraban por la pérdida de una luz que se extinguía demasiado pronto.
Trastornos y las secuelas de la violencia de género
La historia de Yessica y su bebé no terminó con aquel trágico evento. Sobrevivir a una experiencia tan traumática dejó cicatrices profundas en su mente y en su espíritu. Los trastornos y las secuelas de la violencia de género comenzaron a aflorar en su vida. Pesadillas nocturnas, ansiedad, depresión y flashbacks atormentaban su existencia. El camino hacia la sanación y la reconstrucción se volvió una montaña empinada y llena de obstáculos.
El trauma vivido puede dar lugar a trastornos de estrés postraumático (TEPT), la autoestima y la imagen corporal también pueden verse afectadas. Las palabras hirientes y los actos de violencia física dejan cicatrices emocionales que pueden conducir a una baja autoestima y a la sensación de no ser suficiente. Las víctimas pueden llegar a culparse a sí mismas, creyendo que de alguna manera son responsables de lo que les sucedió.
El caso de Yessica se convirtió en una prueba de coraje y resiliencia. La investigación minuciosa llevada a cabo permitió llevar al agresor ante la justicia, y Juan Francisco Trinidad fue condenado. Aunque esto trajo un cierto alivio y justicia para Yessica, el camino de sanación y recuperación sigue siendo largo y arduo.
En la escena del crimen, realizábamos la inspección del lugar y se recogían evidencias.Actuaciones de investigacion que condujeron a la condena
Lo primero fue entrevistar a la víctima, Yessica Perez Taveras, de 18 años. Su relato fue lógico y creíble. Mostró deseos de cooperar. Se procedió a realizar una entrevista testifical. La víctima explicó que Juan Francisco la llevó a una finca cercana a una cañada en La Villa Magisterial, Santiago. Fue engañada y violada repetidamente más de 7 veces. También manifestó haber luchado contra su agresor.
Más tarde, su agresor la apuñaló en el cuello múltiples veces con un cuchillo de mango blanco de unas 8 pulgadas. La dejó por muerta y la cubrió con una hoja de zinc. Se llevó al hijo de la víctima de seis meses y el bolso con las pertenencias del niño. Yessica describió las características y la vestimenta de su hijo. Después de un tiempo, Yessica logró levantarse y escapar del lugar. Cruzó una finca con alambres y subió un montículo hasta llegar a un lugar donde pudo pedir ayuda.
Importancia del testimonio de la víctima
Tras el testimonio de Yessica Pérez Tavares en la clínica Materno Infantil de Santiago, se requirió recolectar pruebas minuciosas para verificar sus declaraciones. Como parte de este proceso, se llevó a cabo una evaluación médica y sexológica a cargo de la experta en el tema, la Dra. Kitty Domínguez, además de una evaluación psicológica.
Imagen de Yessica y su hijo tomada del periódico digital El Sol de SantiagoLa evaluación médica confirmó las heridas descritas por Yessica Pérez Tavares. Las heridas fueron causadas por un arma blanca con las características mencionadas por la víctima.
Como autoridad de investigación, procedimos a seguir los protocolos adecuados para garantizar la seguridad y protección de la víctima, así como la rigurosidad del proceso. Esto involucró recopilar pruebas físicas, examinar informes médicos y forenses, tomar declaraciones adicionales de testigos, inspeccionar el lugar y estudiar los hechos. Se solicitaron órdenes judiciales de arresto, allanamiento, extracción de fluidos y examen corporal del imputado, entre otras acciones de investigación. El objetivo era construir una línea clara de evidencia que respalde las acusaciones presentadas por Yessica.
El investigador de la violencia de género debe estar capacitado y sensibilizado con el tema
Recuerdo que habíamos terminado un diplomado patrocinado por la USAID sobre Investigación y Persecución de Delitos con Enfoque de Género (Feminicidio y Delitos Sexuales). Aplicamos todo lo aprendido en esa investigación.
El Magistrado Miguel Ramos, director de Homicidios, informó sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de un niño de unos seis meses en un riachuelo.
Se solicitó autorización a la fiscal titular, Magistrada Luisa Liranzo, para investigar el caso del niño junto al de Yessica por los estrechos vínculos.
Una vez obtenida la autorización, reafirmamos nuestro compromiso de realizar una investigación exhaustiva y rigurosa, utilizando todos los recursos
Respaldar las declaraciones de la víctima con otras evidencias
Como fiscal de la investigación, no nos detuvimos en la recolección de evidencias, descubrir la verdad detrás de este trágico suceso siempre fue el norte. Con el objetivo de obtener pruebas concluyentes, revisamos minuciosamente las cámaras de seguridad de un supermercado ubicado en el sector del Cristo Rey.
En el audiovisual colectado se pudo observar claramente a Juan Francisco Trinidad alias Morongo adquiriendo un cuchillo con las mismas características descritas por la víctima. El mango blanco del arma coincidía de manera precisa con las declaraciones previas de la afectada. Este hallazgo resultó fundamental para respaldar la versión de Yessica Pérez Tavares y fortalecer el caso.
Además, solicitamos la factura correspondiente a la compra del cuchillo en cuestión, el cual se confirmó como un modelo idéntico al utilizado en el ataque contra la víctima. Esta evidencia fue clave para establecer una conexión directa entre el agresor y el arma.
Luego de obtener la correspondiente orden judicial, procedimos a realizar la extracción de fluidos corporales a Juan Francisco Trinidad, el imputado en este caso. Estos fluidos al compararse con la muestra del frotis vaginal obtenido de la víctima, Yessica Pérez Tavares. Los resultados arrojaron coincidencias de ADN entre el semen encontrado en la inspección y el perfil genético del imputado.
Análisis de las evidencias colectadas en la Investigación con enfoque de género
Este hallazgo resultó de suma importancia, ya que proporcionó una evidencia irrefutable de la relación directa entre el agresor y la víctima. El semen recolectado en la escena se cotejó con el ADN del imputado. Esto fortaleció la acusación y estableció un vínculo inequívoco entre Juan Francisco Trinidad y el ataque sexual a Yessica Pérez Tavares.
Durante el examen médico del imputado, se encontraron rasguños recientes en su cuerpo. Estos rasguños eran consistentes con un forcejeo o enfrentamiento con la víctima. Estos rasguños se documentaron y tomados en consideración como una prueba adicional que apoyaba la versión de Yessica Pérez Tavares sobre la agresión que sufrió.
Durante la inspección en la escena del crimen, también se encontró una sábana que cubría al niño, hijo de Yessica Pérez Tavares. La sábana coincidía con la descripción dada por la tía del niño. La sábana provenía de un juego que se completo con el cubre colchón aportado por ella. Estos elementos conformaban un patrón consistente. El patrón apuntaba a la presencia del niño y del agresor en el lugar del crimen. Los objetos encontrados en la escena fueron utilizados.
Concatenación armónica de las evidencias
Cada pieza de evidencia obtenida, cuidadosamente analizada y relacionada, contribuyó a la consolidación de nuestro caso. Los videos, la factura del cuchillo y el hallazgo de la sábana conformaron un conjunto de pruebas que proporcionaban un fundamento sólido para el caso.
Primer Tribunal colegiado de Santiago, mientras sentenciaban a Juan Francisco Trinidad 30 años de prisiónEn este punto, resalto el trabajo del equipo de investigación que nos acompañó en tan ardua labor, Licenciada Rafelina Torres, Mayor Céspedes PN y otros. Cada paso dado, cada prueba asegurada, nos acercó a la verdad y nos adelanto hasta alcanzar la justicia para Yessica Pérez Tavares y su hijo.
La culminación del caso en septiembre de 2019 trajo consigo una condena ejemplar para el imputado Juan Francisco Trinidad, alias Morongo. de 30 años de prisión por las agresiones perpetradas contra Yessica Pérez Tavares y la trágica muerte de su hijo. Además, se le impuso una indemnización de 7 millones de pesos como forma de resarcir, en cierta medida, el daño causado.
Alcance real de una condena en casos de violencia de género
Sin embargo, es importante reflexionar sobre el alcance real de una condena en casos de violencia de género. Si bien la sentencia impuesta es significativa y refleja la seriedad de los delitos. Debemos reconocer que ninguna condena puede reparar por completo el daño profundo ocasionado a las víctimas y sus familias.
La violencia de género deja cicatrices emocionales, físicas y psicológicas que perduran en el tiempo. Las secuelas de estos actos atroces afectan no solo a las víctimas directas, sino también a toda la sociedad. Es por eso que es fundamental seguir trabajando arduamente para prevenir la violencia de género, educar sobre la igualdad y promover el respeto mutuo.
Reflexión sobre la promoción de cambios sociales para la erradicación de la violencia de género
Es esencial que, como sociedad, nos unamos en la lucha contra la violencia de género y que se implementen medidas efectivas para su erradicación. Esto implica una educación que promueva cambios de actitudes y creencias, así como la creación de políticas contra este flagelo .
Además, es fundamental la lograr sanciones ejemplares, como la impuesta en este caso, porque muestran un mensaje claro contra la violencia de género . Y que los agresores enfrentarán las consecuencias de sus actos. Sin embargo, la justicia debe ir unida una atención integral a las víctimas, que incluya apoyo emocional, acceso a servicios de salud y asesoramiento legal.
Conclusión
Si bien una condena ejemplar es un paso en la dirección correcta. Debemos reconocer que erradicación de la violencia de género requiere un esfuerzo colectivo. Es hora de construir una sociedad en la que todas las personas, independientemente de su género, vivan libres de violencia y puedan desarrollarse plenamente.